martes, 25 de diciembre de 2012

Críticos pixelados




La causa se encauza y pierde razón de ser por fenómenos que ningún transeúnte me sabe explicar, pero que igual se adhiere sin poner objeción a todo lo que ve. Seguimos viviendo la época de hablar por hablar y no dudar. Lo más sencillo es estar sentado frente a un televisor o repasar un poco los diarios matutinos de los fines de semana y decir: “este país está lleno de negros de mierda que lo único que saben hacer es vaguear”. Entonces me digo que encubiertamente se siguen y cada vez más, pergeñando discursos fachistoides que no van a ningún lado, tan solo a seguir mostrando perfiles retrógrados y penosos.
Realmente no sé cuantos hechos históricos más hacen falta para que la sociedad de un giro discursivo e ideológico, ya tendría que ir acabándose la derecha por ignorancia y darse cuenta lo contraproducente que es la no critica, porque a la larga seguimos sin recordar casos como los de Kosteki y Santillan o Fuentealba, no podemos olvidar hechos como estos porque fueron a causa de brutales represiones. El ensañamiento contra una idea que lo único que intenta es el cambio y la igualdad dice mucho de esa persona, por lo tanto tenemos que saber que los fachoargentinos cada vez son más.

Ejemplos a grandes rasgos:
 A principios del siglo XX, la persecución estaba muy marcada en atrapar y sacar del país a los anarquistas y extranjeros que eran considerados una amenaza para la “armonía nacional”. Una de las grandes leyes que marcó esta parte de la historia es la conocida ley 4144 (ley de residencia) que habilitaba a las autoridades del momento a sacar del país a todo aquel que se interpusiera a la paz nacional. Esta supuesta paz nacional de la cual se hablaba eran las de los gobiernos de facto, primero encabezado por José Feliz Uriburu y después por Justo. Pero la historia argentina todavía tiene más para contarnos y dejarnos en claro cuáles fueron las ideologías predominantes en cada época. Entonces ahora vamos un poco más para atrás y nos encontramos en 1880 con los principios de un fascismo criollo que iba en avanzada y aquí estamos hablando de la famosa campaña al desierto que se cargó a los mal llamados indios de cultura mapuche y tehuelche, para ejercer el dominio de esas tierras, que hasta el momento eran pertenencia natural de los aborígenes.
Violencia y más violencia que nos demuestra cómo se fue y se va construyendo la historia Argentina, que está plagada de hechos sangrientos y todo supuestamente en honor al progreso de la nación. Trayendo un poco a colación a Marx podemos seguir su análisis diciendo sus palabras, las cuales decían: “El capitalismo fue escrito con sangre”, a lo que yo agregaría tomando un termino de él, y con plusvalía. La cultura es un terreno difícil de desandar y está claro que es una lucha por el sentido del mundo, la batalla esta puesta a través de las ideas y me parece propicio no callar nunca a las palabras.
A modo de cierre, a continuación voy a transcribir una prosa que me gusta mucho, que pertenece a un gran escritor, llamado Eduardo Galeano:

El miedo

Una mañana, nos regalaron un conejo de Indias.
Llegó a casa enjaulado. Al mediodía, le abrí la puerta de la jaula.
Volví a casa al anochecer y lo encontré tal como lo había dejado: jaula adentro, pegado a los barrotes, temblando del susto a la libertad    

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